Fuerte de Bacalar
Bacalar proviene del maya Bakhalal que significa "Cerca o rodeado de carrizos". Es una población del estado mexicano de Quintana Roo, situada en el sur de su territorio, a unos 35 km al norte de la capital, Chetumal.
El principal atractivo turístico de la ciudad es la Laguna, a cuyas orillas se encuentra un balneario en el cual se puede practicar natación, además ofrece palapas para comer, excursiones en bote por la laguna y otros servicios. En Bacalar encontrará el Fuerte de San Felipe, construido en 1729; en aquel tiempo tuvo un puente elevadizo y un foso que, en lugar de agua, contenía estacas puntiagudas para la defensa. Hoy en día el foso es un bello jardín con diseños mayas y españoles en el que puedes observar machetes, rifles, balas de cañón y colas de serpientes de cascabel, las cuales tiene un profundo significado.
Los fuertes constituyen una lección vívida de Historia, un viaje virtual en el tiempo, en el que podemos intuir los pormenores de una gesta que aún no termina; es decir, la incorporación de todo un continente a la contemporaneidad mundial. Y en este caso específico, la incorporación de Quintana Roo al destino de México.
Cuando nos internamos en esta ciudadela percibimos con nitidez el carácter estricto de una forma de vida, la del militar, que ajusta sus deseos humanos a los imperativos de una alerta continua, porque lo que está en juego es mucho: es su propia vida, en primer término, y consecuentemente el destino de su patria.
Por otra parte, en su aspecto arquitectónico, esta fortaleza representa la conjunción de lo austero con lo funcional, el encuentro de la sobriedad y la elegancia, pues las severas líneas de su contorno y de sus detalles manifiestan la victoria de la inteligencia sobre la adversidad, la supremacía del coraje sobre el temor. En otras palabras, tenemos ahí testimonios elocuentes de una ética elemental: la de defender nuestros avances.
Actualmente en el fuerte hay un museo que, aunque pequeño, narra en forma general el desarrollo histórico de la zona a través de cédulas, mapas y dibujos que muestran al visitante cómo llegaban los barcos a la laguna.
El Fuerte de Bacalar, al Sur de Quintana Roo, México, despide historia desde sus centenarias paredes de piedra, con esa arquitectura propia del medievo, porque aún conserva el foso que se llenaba de agua para que los invasores no pudieran penetrar tan fácilmente, porque podrían ahogarse en el intento, y sus gruesas paredes, le dan ese aire majestuoso a castillo medieval.
La construcción del Fuerte de San Felipe, ordenada por el gobernador de Yucatán, Antonio de Figueroa y Silva, inició en 1725 y concluyó en 1733. El proyecto arquitectónico tuvo su origen debido a que en esa época, Bacalar era constantemente saqueada por piratas ingleses, franceses, holandeses, africanos, blancos y orientales. Durante la Guerra de Castas el fuerte fue tomado por los indígenas insurrectos el 21 de febrero de 1858. Al paso de los años tuvo diversos usos de carácter militar, hasta que en 1965 uno de sus cuatro baluartes fue adaptado como museo y declarado Patrimonio Histórico Nacional.
Rodeado por césped, el Fuerte tiene cañones que nos hacen evocar que por la laguna entraban embarcaciones piratas que a golpes de fogonazo e incursiones atrevidas, intentaban llegar a la costa, y por eso, cuando se realiza el recorrido con la lancha por la laguna, se pasa por el famoso lugar del pirata. Los cañones, aunque ya no funcionan, le dan una imagen romántica.